El análisis de las alternativas, también
llamado por la
Comisión Europea discusión de las estrategias, constituye el
último de los pasos de la identificación, a partir del cual se efectúa el
tránsito hacia el diseño del proyecto.
Es importante que la selección de la
estrategia de un proyecto, también llamada Anteproyecto, cuente con un elevado
grado de consenso y que, particularmente los beneficiarios participen en esa
discusión. Si los beneficiarios no consideran a éste como “algo suyo”, sus posibilidades de éxito se
verán claramente reducidas, por lo que la implicación de los beneficiarios
constituye una cierta garantía de éxito.
Las teorías de la decisión se han
desarrollado de manera extraordinaria en los últimos tiempos. Actualmente
existen bastantes programas informáticos utilizados para la toma de decisiones
que ofrecen una imagen de solvencia técnica muy del agrado de algunos
organismos.
Sin embargo, la toma de decisiones es
siempre un acto de voluntad y no existen procedimientos neutros que permitan
mantener una actitud aséptica a la hora de enfrentarse con esa realidad. Es por
ese motivo por lo que, sin renunciar a la utilización de procedimientos más o
menos formalizados para la toma de decisiones, hay que insistir en la
importancia de la discusión como un mecanismo esencial para resolver esta
cuestión.
Las discusiones abiertas, en las que los
beneficiarios deben ocupar un papel destacado, constituyen la base del análisis
de alternativas, aunque eso no impide que, dependiendo de los casos, se recurra
a técnicas sistematizadas que puedan ayudarnos para adoptar mejores decisiones.
Lo más importante en el análisis de las alternativas es conseguir adoptar una
decisión justificada y con un alto nivel de consenso.
La selección de alternativas es
específica de cada caso y no pueden ofrecerse criterios universales con
valoraciones fijas. De todas formas, se manejan habitualmente algunos criterios
centrales que pueden ayudar a la hora de valorar las diferentes estrategias
identificadas. Teniendo en cuenta que no deben ser vistos como criterios
obligatorios, vamos a ofrecer algunos que resultan apropiados a la hora de
tomar una decisión sobre al conveniencia o no de llevar adelante un proyecto de
desarrollo.
Algunos criterios para el análisis de
alternativas
·
Contribución al alcance de la
finalidad
·
Recursos disponibles (técnicos
o humanos, materiales y financieros). No se trata de disponer, en este momento,
de un presupuesto detallado pero si de conocer grosso modo los recursos con
posibilidades de ser movilizados.
·
Tiempo de ejecución. Resulta
importante este criterio tanto desde el punto de vista de las limitaciones
planteadas por la institución financiadora como desde las urgencias emanadas de
la realidad social donde se pretende intervenir.
·
Pertinencia política.
·
Riesgos previsibles
·
Impactos esperados
·
Viabilidad esperada