Un proyecto surge generalmente debido a
la existencia de una OPORTUNIDAD o PROBLEMA (Ver la siguiente lámina).
Oportunidad, porque a veces se aprovechan
oportunidades financieras, de políticas,
científicas, educacionales y otras
para dar solución, a través del desarrollo de proyectos, a problemas o
situaciones problemáticas que se presentan y que requieren ser resueltas. Claro que, aunque no es lo más
frecuente, también se aprovechan las oportunidades para alcanzar estadíos superiores de desarrollo
sin que necesariamente tenga que existir un problema, o para satisfacer una
línea de deseos, sobre todo en el caso de proyectos privados. De manera análoga
pueden existir problemas, incluso agudos, que deben ser resueltos y que no
cuentan con oportunidades para su solución o que, al menos hasta el momento en
que se realizan los análisis, no se han detectado.
En cualesquiera de las alternativas
anteriores, el análisis de la situación
se realiza considerando para su solución
las posibles:
·
Políticas de desarrollo y
prioridades del país (relacionado con
los programas )
·
Inscripción en la programación
surgida del proceso de Planificación Estratégica.
·
Propuestas realizadas por un
directivo, un cliente, un consultor, un miembro de la dirección del gobierno o
del estado
·
Criterios surgidos de un
ejercicio de creatividad, como por ejemplo, Brainstorming, Discusión en Grupo,
Método de Delphi, y otros.
La fase de identificación de un proyecto
constituye su momento de gestación. Está destinada a determinar cuál es el
problema que se quiere resolver, a quiénes afecta, cuál es la nueva situación
que se quiere alcanzar y cuál sería esa situación si no se toma acción
alguna. Sólo un correcto diagnóstico de
la situación de partida, de las causas que la han determinado y de los efectos
que produce, permitirá poder plantear de manera coherente el escenario al que se
quiere llegar, las posibilidades de alcanzarlo y los medios que habrán de
emplearse.